¡Esta tarta de queso japonesa le encantó a todo el mundo! Está para chuparse los dedos.
Horneamos la tarta durante 15 minutos, luego bajamos la temperatura hasta 160 grados y seguimos horneando otros 15. Después apagamos el horno, pero dejamos la tarta dentro otros 15 minutos.
Ya sólo esperamos hasta que la tarta se enfríe y la decoramos con azúcar en polvo. Muy fácil, ¿verdad? Bueno, me apetecería comer un trozo... ¿Vosotros también os dejaríais seducir por algo tan sabroso?
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