¡Sacaba fotos a los sin techo en Honolulu cuando descubrió algo muy fuerte!
Después del primer descubrimiento llegaron otros. La fotógrafa encontró a su padre, pero él era incapaz de reconocerla. Sufría esquizofrenia grave. Por supuesto no se curaba todos estos años después de desaparecer de casa.
Diana no podía arrancarse de su realidad por dos años se iba todos los días a la calle donde estaba. Todo cambió cuando el hombre se desmayó y lo llevaron al hospital. Gracias a los médicos y el tratamiento profesional iba abriéndose en la relación con su hija. Por fin pudieron tener una conversación.
Cuando el tratamiento dio buenos resultados, la mujer escribió en su blog: “Siento que hoy me he encontrado con mi padre por primera vez”. Se fueron a tomar un café y a un templo. Ya pudieron hablar como un padre y su hija.