Un niño de tres años todo el tiempo interrumpía conversaciones a su madre y finalmente la mujer hizo lo mismo que su amiga para acabar con esto.
Esta situación, directa o indirectamente, toca a todos nosotros. Un padre o una madre habla con su conocido y su niño no para de interrumpir sus palabras. Unos padres se irritan y reprochan al chiquillo. Otros hacen callar a otra persona para escuchar al niño. Y también hay padres que no le hacen caso y por eso los demás no saben como reaccionar ya que un niño de tres años se pone a llorar...
Parece que ninguna solución es buena. Por suerte unos padres tuvieron una idea genial cual les va bien a todos y cual permite al niño seguir siendo el miembro querido e importante de la familia y no como niñato ignorado...
No es fácil explicar a un niño pequeño que debería comportarse bien y que no se puede interrumpir las conversaciones de los demás. Es casi imposible cuando al niño le fascina algo (y a ellos les fascina prácticamente todo). Los buenos modales en este caso no importan nada ya que el niño quiere que su padre o su madre le haga caso. Aunque parece imposible, hay una manera de mostrar su amor hacia el niño y poder terminar tranquilamente su conversación. ¿Cómo?
Esta idea tan buena la tuvieron Jack y Sarah, los padres de un chiquillo de tres años. Cuando su hijito quiere contarles algo muy importante pero ellos están hablando con alguien, él sólo se acerca a uno de ellos y le coge por la muñeca. Es una señal de que está pidiendo atención. Los amigos de esta pareja dijeron que la comunicación entre estos padres y su hijo les impresionó. Sarah, sin interrumpir su conversación, puso una mano sobre la mano de su hijo. Fue otra señal: el chiquillo ya sabía que su madre se dio cuenta de que estaba esperando. Y cuando terminó de hablar, ya se concentró en las palabras de su niño. ¡Fácil y eficaz! Aquí lo más importante es el toque: el pequeño sabe que tiene que esperar pero también sabe que notaron su presencia.
Al principio este método puede causar problemas pero unas pruebas arreglarán todo. Tanto los padres como sus hijos apreciarán esta manera de comunicarse. ¿Qué opináis?