Unos cámaras grabaron lo que hace esta mujer de 98 años. Viéndolo, todos tendrán ganas de llorar...
Sin embargo, Mary no se queja. Dijo con orgullo lo siguiente: “¿Cuántas personas de 98 años pueden andar? Yo puedo. Y puedo andar mucho".
La historia de Mary muestra que hay muchas personas solitarias. Y estas personas esperan hablar con alguien o beber un té juntos. ¡Podemos amenizar a alguien el día! No nos costará nada y para esta persona será una experiencia inolvidable.