Su novio le pegaba. Cuando su husky se hizo más grande, actuó de manera increíble.
Le dio tan fuerte que Kyro casi perdió un ojo. Para Amanda ya fue demasiado. Quería tanto a su mascota que quería abandonar a su novio violento.
Los dos huyeron de casa del hombre antes que se diera cuenta.
La historia no acaba aquí. Amanda y Kyro son inseparables. Además, la chica se dedicó a su pasión: la fotografía. Desarrolla su talento viajando con Kyro.