Un veterinario salvó a este perro muriéndose de hambre . Sólo... ¡no es perro del todo!
Parece que la persona que antes se ocupaba de Julia no entendía su naturaleza. Una mezcla de perro y lobo requiere unos cuidados especiales. Estos animales son un poco duros así que hay que tratarlos de una manera especial. Esta vez alguien no lo entendió e hizo daño a Julia.
Por suerte con cada día Julia se siente mejor y confía más en la gente.
Su historia es un buen momento para recordar a todos que hay que ser un dueño responsable. Si dudamos en poder criar a un perro, es mejor dejar esta idea y no hacerle sufrir por ser echado a la calle. En este caso no podemos dudar: ¡la adopción es para toda la vida! O, por lo menos, debería ser...