Después de 4 años de lucha contra cáncer, su hijito murió, pero ella no lloraba... Cuando me enteré por qué, fui yo quién tenía lágrimas en los ojos...
¡La respuesta del niño fue extraordinaria! Negó con la cabeza y dijo que tiene que ser él ya que sólo él puede aguantarlo, ella es demasiado débil. Naoya sufría mucho, pero nunca se ha quejado.
Es más, ¡siempre ha intentado consolar a su madre! Tenían unas conversaciones largas. Toshiko las escribió y publicó en el año 2007. En junio de 2001 el estado del pequeño paciente empeoró. El niño estaba cada vez más débil y las dosis de morfina eran más grandes. Ya pasó por unas operaciones causadas por cuatro metástasis.
La japonesa nunca olvidará el día en el cuál su hijito estaba sofocándose. Entró en pánico. Después del ataque Naoya le dijo que todavía no podía morir ya que ella no estaba preparada para eso. Los médicos le dieron 12 horas de vida.