Un padre estaba ordenando el cuarto de su hija fallecida. Cuando sacó el espejo de la pared, se quedó mudo...
Athena Orchard de Leicester en Inglaterra era una niña de 12 años dulce y alegre. Le encantaba el deporte, y más el boxeo. Estudiaba bien y cuidaba de sus 6 hermanas y 3 hermanos. Era de una familia numerosa.
Poco antes de la Navidad la muchacha notó un bulto en su cabeza. No pensaba en lo peligroso que podía ser, a nadie le dijo nada. Un día se desmayó en la cocina. Los médicos no tuvieron dudas: la niña sufría cáncer de huesos.
Fue un shock para toda la familia. Durante una operación de 7 horas los médicos le quitaron el tumor. Luego pasó por una quimioterapia muy dura para la niña de 12 años. Después Athena perdió todo el pelo. Antes Athena estaba llena de energía, ahora le costaba levantarse de la cama. Su madre Caroline recuerda que su hija era optimista y no quería que nadie llorase. Caroline añade que sabían que este cáncer es muy agresivo. Athena luchó tanto como podía. Por desgracia, poco después de su 13 cumpleaños, murió rodeada por sus seres queridos.
Unos días después de su muerte, su padre Dean debía arreglar todas sus cosas. Cuando sacó el espejo, vio algo escrito en la vuelta del objeto. Fue una carta de más de 300 palabras. Dean dijo que eso le hizo sentir destruido. Empezó a leerlo, pero tuvo que parar. La despedida de Athena contuvo muchísimas palabras conmovedoras.