Un padre estaba ordenando el cuarto de su hija fallecida. Cuando sacó el espejo de la pared, se quedó mudo...
La carta escrita a mano está llena de palabras sabias y emocionantes a la vez:
“La felicidad depende de nosotros mismos. Quizás no se trate de un final feliz, sino de la historia como tal.
El objetivo de la vida es... la vida llena de objetivos.
La felicidad es una dirección y no lugar como tal. Gracias por estar conmigo. Ser siempre felices, libres, jovenes.
Conoces mi nombre, pero no sabes nada sobre mi historia. Has oído algo sobre mí, pero no tienes idea de por lo que pasé.
El amor es como un cristal, es bello, pero frágil.
Cada día es especial así que aprovéchalo. Puedes morir mañana, pues disfruta de todos los días. La vida es mala sólo si la dejas ser así.
El amor es raro, la vida es extraña, nada dura siempre y la gente cambia.
La vida es un juego para todos, pero el amor es el único premio.
Si uno te ama, no te dejará solo incluso en los momentos más duros.
Recuerda que la vida está llena de momentos malos y buenos. Sin los malos los buenos no significan nada.
Espero enamorarme de alguen a quién pueda abrir mi corazón.
En el amor no se trata de con quién puedes vivir en el futuro sino sin quién no puedes imaginar tu vida.
No hay por qué llorar ya que sé que estarás a mi lado."
Nadie sabe de dónde esta chica sacó tanta fuerza para escribir esta carta. “Nunca lo mencionó, pero ella era así” recuerda su padre. “A Athena le gustaba escribir, disfrutaba mucho haciéndolo.” Athena estará en la memoria de su familia para siempre. Sus padres añaden que “leyendo su carta notan su presencia entre ellos.”
A pesar de su enfermedad Athena vio la belleza de la vida. Quiso compartir el optimismo con su familia. Esta muchacha es una gran inspiración para todos nosotros.
[Fuente Daily Mail]