Cuando un padre vio a su propia hija, se asustó y.. abandonó a su familia.
Y tiene un hijo sano aunque la gente hablaba que se había vuelto loca soñando con tener un bebé...
La historia de esa chica muestra que se puede vivir con cualquier enfermedad, que siempre hay una razón para sonreír y disfrutar de la vida todo lo mejor bajo una condición: hay que pagar con bondad por todo lo malo y, por desgracia, nunca falta la maldad.