Un perro agresivo y violento corre por el jardín. ¡Cuando de repente para, su dueño no puede creer en lo que ve!
Esta historia nos encantó ya que muestra una cosa importante: ¡no hay perros agresivos! Los animales son buenos por naturaleza, pero hay que saber cómo llegar a su bondad y especialmente cuando a uno le hicieron daño...
Así fue en el caso de un perro llamado Rex. Rex toda su vida conocía sólo el miedo y el miedo despierta la agresión. El perro atacaba todo lo que veía en su camino ya que lo aprendió de sus dueños. Cuando le echaron a la calle, Rex intentaba sobrevivir haciendo lo que sabía hacer: atacando a los demás. ¡Por suerte todo cambió!
Rex se encontró en una perrera, pero nadie esperaba que le adoptasen. Era demasiado agresivo. Sin embargo alguien le salvó de darle una inyección letal... Fue Ed Gernon.
Ed reconoce que al principio nada fue fácil con Rex. El pastor alemán reaccionaba de una manera agresiva, gruñía si uno quería acercarse a él, los intentos de ir con la correa con Rex fueron una lucha entre él y su dueño, además Rex ladraba a todos.
¡Sin embargo Rex iba cambiando! Ed se sorprendió viendo a su perro corriendo, ladrando e intentando llamar la atención de su dueño.