Cuando recogió a su niño de una fiesta que tuvo lugar en casa de unos amigos, tuvo sospechas preocupantes... Paró el coche para hacerle a su hijo seis preguntas importantes...
La comunicación entre adultos y niños puede ser difícil. Los niños entienden más de lo que creemos, pero les faltan palabras para expresarlo bien. A menudo los padres les preguntan de una manera ambigua, pues el niño se siente algo perdido. Es muy importante que los pequeños sepan confiar en sus padres y hablar con ellos sobre todo, también sobre las cosas malas.
¿Cómo es posible que los buenos padres no sepan que su hijo es una víctima de abusos? Pues eso pasa cuando no preguntan lo importante...
“El último Halloween mi hijo estuvo en casa de uno de sus amigos. Cuando me fui a por él, estaba sonriendo, pues pensé que lo pasó bien. Antes de salir hablé un rato con el padre y la abuela de su amigo. Los dos dijeron que mi hijo se comportaba bien así que noté un gran alivio.
Cuando estabamos volviendo a casa le observaba en el espejo. Parecía estar contento, pero... Algo me dijo que todo iba mal.
Esta sensación aumentaba en mí y de repente me di cuenta de lo sucedido. No pude esperar, pues paré el coche. Estaba fuera de mí. Esta situación me pareció familiar ya que... pasé por algo parecido. Era niña cuando pasó esto.
Cuando era niña mi primo, un adolescente, me molestaba. Una vez mi madre me hizo unas preguntas inocentes cuando volvimos de casa de este primo.
“¿Fuiste obediente? ¿Hiciste caso a los mayores? ¿Fuiste una niña buena?”
Mi madre no sabía nada. Mi primo me amenazaba. A veces se paraba detrás de la espalda de mi madre y me amenazaba con sus manos o me miraba de una manera significante.
Ella me preguntó esto en la presencia de la persona que abusaba sexualmente de mí. Era sólo una niña pues lo entendí cómo tener que ser obediente a los mayores.
Respondí “sí” a todas sus preguntas. Pensaba sobre no poder cambiar de opinión cuando estuvieramos los dos a solas.
Cuando los padres preguntan a sus hijos sobre su actitud en la presencia de los demás es cómo obligarles a decir que sí, eran buenos y obedientes. Por eso cuando le miré a mi hijo paré el coche, le miré a los ojos y le hice 6 preguntas.