15 horas. Tanto tiempo les alejaba de ser libres. Los que protestaban intentaron dejarlos así... ¡Lo que pasó luego fue un milagro!
Ahora los cuatro se encuentran en un santuario donde les cuidan bien. Ya lo necesitaban mucho.
Poco a poco los animales se adaptaron en un lugar nuevo. Lo más excitante para ellos eran... los árboles. Les encanta comer las hojas y bueno, parece que es su ocupación favorita. Cuesta imaginar que por muchos años no podían hacerlo...
Después de muchos años los elefantes por fin entienden lo que es el amor y la empatía. Antes nadie les trataba bien.
¡Compartid esta historia con vuestros amigos! El circo es gracioso, pero no para los animales.