Echó unos palitos de helado a una olla y los hirvió. ¡Lo que hizo con ellos fue una gran sorpresa para los pequeños!
El reciclaje está de moda, ¡y muy bien! Dando una vida nueva a varios objetos y materiales no sólo protegemos el medio ambiente, sino también ahorramos dinero y pasamos el tiempo con nuestros niños de una manera creativa. Además, los pequeños aprenden a hacer algo nuevo, es decir... unas pulseras de colores.
Lo que vamos a necesitar es un montón de palitos de helado y lo que os guste para adornarlos: pinturas, encaje, pegatinas... ¡Eso depende de nosotros!
Primero, debemos echar los palitos en el agua. Tenemos que hervirlos durante 30 minutos. Cuando se ablanden, habrá que apagar el fuego y dejar los palitos en el agua durante una media hora más.
Cuando los palitos se enfríen, los pondremos dentro de unos vasos y tazas (lo mejor sería elegir varios tamaños).
Mientras tanto precalentamos el horno a 200 grados y metemos dentro los vasos con los palitos. Los sacamos después de 30 minutos, ya deberían estar secos.