Cuando vio que la cabeza de su caballo empezó a hincharse, tuvo que tomar la mejor decisión. Lo que hizo dejó en shock a todo el público de las Olimpiadas en Rio de Janeiro.
De todas maneras, ya en la arena se dio cuenta de su equivocación.
Adelinde volvió al establo sin ni una palabra de explicación dejando a todo el mundo boquiabierto.
Luego escribió en Facebook lo siguiente: "Cuando salí a la arena ya sentí que Perzival estaba haciendo su máximo esfuerzo. Este caballo es un gran luchador, pero noté su mal estado. Ninguna medalla será más importante para mí que su salud."
El caballo ya se siente bien. ¿Qué opináis sobre la actitud de Adelinde? ¿Haríais lo mismo que ella?
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