Nadie hubiera podido entrar en el piso de una anciana. Cuando una de sus vecinas lo logró, ya todos entendieron por que la mujer mayor cuidaba su privacidad.
Lucy Ashen desde hace 21 años vive en el mismo bloque en Londres. La mujer de 39 años tiene 3 hijos, pues no tiene tiempo para aburrirse, pero a pesar de ello a menudo pensaba en una de sus vecinas. La anciana siempre estaba sola, nadie la visitaba, no hablaba con nadie. Lucy quería acercarse a esta mujer triste.
Lucy estaba segura que su vecina sufría un trastorno mental y que nadie le ayudaba. Después de unos años Lucy logró conquistar su confianza. La anciana le dejó entrar en su piso.
Lucy vio un piso devastado de sólo una habitación. El suelo, las paredes, todo estaba arruinado.
A Lucy le costó entender que alguien podía vivir en estas condiciones. La anciana dijo que desde hace 13 años no tenía donde bañarse.