Nadie hubiera podido entrar en el piso de una anciana. Cuando una de sus vecinas lo logró, ya todos entendieron por que la mujer mayor cuidaba su privacidad.
Su nevera estaba vacía.
Todo dentro del piso era viejo, gastado y devastado. Lucy sintió pena por su vecina mayor. A nadie le gustaría pasar su vejez de esta manera. La joven organizó una colecta para la anciana y junto con su hija de 14 años tardaron en total 60 horas en limpiar el piso de su nueva conocida.
Gracias a la madre y su hija la nevera se ve genial.