Delante de su casa aparca un coche destruido en un accidente. ¿La razón? Ya todos la conocemos demasiado bien.
Cuando conducimos, lo más importante es hacerlo de manera segura, pues hay que abrochar los cinturones, pensar antes de actuar, estar concentrado en el camino. Si no respetamos estas reglas, podemos provocar algo que no se desea ni a nuestro peor enemigo.
Matt Reeves tuvo mucha suerte. Sobrevivió a un accidente que el mismo provocó. Sufrió una conmoción cerebral, tenía muchas heridas. Sin embargo, este tipo de accidentes casi siempre termina de otra manera, pues podemos decir que el chico salió casi ileso de esta situación.
Al Reeves se le cayó su móvil mientras estuvo conduciendo. Sin pensarlo, se agachó para encontrarlo. Todo duró unos segundos. Fue lo suficiente para que el muchacho cambió de rumbo y chocó contra el coche que se estaba moviendo en la dirección contraria.
Por suerte no le pasó nada a la mujer del otro coche. Además, es enfermera, pues ya sabía como ayudar a Matt.
Tenemos que recordar que cuando conducimos, somos responsables no sólo por nuestra vida, sino también por la de los demás.
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