Lo que pasó a este chiquillo de 7 años, nos hizo llorar. Tantas personas hubieran podido ayudarle, pero nadie lo hizo.
Quizás la historia de un chiquillo llamado Ivan nunca haya sucedido, pero de todas maneras estas situaciones ocurren todos los días en todo el mundo. ¿Suena irracional? Viendo las estadísticas, estas cosas pasan a menudo. Todos los días muchos padres pegan a sus propios hijos que son rechazados por sus compañeros, ignorados por sus profesores y vecinos...
Quizás la historia de este niño nos ayude a abrir los ojos y notar lo que no queremos ver ahora.
"Me llamo Ivan y tengo 7 años. Quiero mucho a mi mamá y quiero mucho a mi papá. A veces les tengo miedo porque me pegan y yo no sé que hago mal.
Hoy también estuve en la escuela. De verdad intento esforzarme y parece que les caigo bien a mis profesores. Sólo a veces estoy triste porque no tengo amigos. Durante el recreo estoy solo mirando hacia abajo. Antes intentaba tener amigos, pero otros niños me gritaban y se reían de mí ya que siempre llevo la misma ropa y mis zapatos son viejos.
Después de las clases siempre vuelvo a casa, pero a menudo tengo que esconderme porque un grupo de chicos me golpea. Esta vez no logré huir y los chicos me empujaron sobre el charco para luego patearme. Volví a casa mojado y llorando y mi mamá me gritó mucho al ver mi ropa sucia. Me dio un castigo: nada de cenar. Me dijo de ir a mi dormitorio y no salir y yo quería tanto contarle todo...
Otros niños se ríen de mí porque algo raro pasó con mi mano. Una vez mi papá me golpeó con mi juguete y desde entonces uno de mis dedos no se mueve. Es bastante raro. A veces me duele el corazón, pero nadie lo sabe. Mi mamá ya se preocupa mucho por mi culpa y no quiero decirle nada".
Seguid leyendo y ya podéis preparar unos pañuelos...