Se acercó a un coche a pedir limosna, pero al ver la cara del conductor apartó la vista y se puso a llorar. Fue lo que cambió su vida.
Esta conmovedora historia sucedió en la capital de Kenia, Nairobi. El pequeño John Thuo es uno de muchos niños que viven en la calle e intentan sobrevivir a pesar de todo. Los niños abandonados tienen que pedir limosna o robar para comer. Sin embargo John no piensa solo en él mismo. ¡Este niño tiene un corazón de oro!
John encontró en su camino a Gladys Kamande. Se acercó a su coche y... se puso a llorar.
Gladys sufre una insuficiencia respiratoria. Su vida depende de un aparato que le ayuda a respirar. Fue lo que despertó la curiosidad de John. Cuando Gladys le explicó para que sirve su aparato, John se puso a llorar y le dio todo el dinero que tenía para ayudarle a seguir con sus tratamientos.
El gesto de este chiquillo le conmovió tanto que al día siguiente Gladys volvió al mismo lugar. Gladys sufre una enfermedad incurable y cuidar a un niño puede que sea demasiado para ella, pero no quería que John viviera en la calle. Gracias a ella John ya tiene un hogar y puede ir al colegio.
¡Los buenos actos siempre vuelven a nosotros!
¡Vale la pena compartir esta historia inspiradora!