Dejó a sus dos hijos solos por sufrir un terrible dolor del ovario. Cuando volvio adonde sus hijos, le dio un ataque de pánico.
Jodie Norton y su marido siempre hablan con sus cuatro hijos sobre cualquier peligro posible. ¡Eso fue muy útil! Jodie estaba sola en casa con sus dos hijos de 8 y 10 años, cuando de repente notó un dolor terrible de un ovario. Asustada, se fue al hospital y llamó a su vecino pidíendole un favor: el hombre le prometó venir a por sus hijos que estaban sentados en un banco delante del hospital. Luego su padre se ocuparía de ellos.
Jodie se encontró en sala de operaciones por un quiste ovárico roto y sus hijos conocieron a tres desconocidos, una mujer y dos hombres...
Tres adultos les pidieron a los niños que fueran con ellos al baño público a convencer a otro hombre para que saliera ya que necesitaba ir al médico urgentemente. Los hermanos les respondieron “no, gracias”. Los desconocidos les forzaron siguiendo con “el morirá sin vuestra ayuda”, pero los chiquillos repitieron una y otra vez “no, gracias”. Por suerte, en aquél momento se acercó su vecino y los hermanos se fueron con él. En el mismo momento el que necesitaba tanta ayuda salió del baño y junto con la gente que había hablado con los menores, se fueron en el mismo coche. ¡Iban a secuestrar a los niños!
A Jodie le dio un ataque de pánico al oír esta historia. Su hijo mayor, CJ, le contó todo. Después del primer shock, Jodie se sintió aliviada. Su enseñanza de “identificar malas intenciones de los demás” no fue en vano. El chiquillo explicó que no iban a hacer caso a ningún adulto pidiéndoles ayuda porque “los adultos no piden ayuda a los niños”.
¡Vuestros hijos tienen que recordarlo: “los adultos no piden ayuda a los niños”!
¡Siempre tenemos que hablar con nuestros hijos sobre varios peligros! Eso puede salvar la vida de nuestros pequeños o, por lo menos, ahorrarles una situación desagradable.
