Un perro estaba temblando de miedo, pero fue cuando un gato se tumbó a su lado. El perro iba calmándose...
Dicen que los gatos no son cariñosos ni sensibles, que piensan sólo sobre ellos mismos, pero no es verdad. Luc ayuda a otros pacientes de la clínica, especialmente a los asustados como él mismo antes.
Lo curioso es que Luc no sólo les apoya emocionalmente, sino también les dona la sangre si hace falta.
La presencia del gato calma y relaja a los animales. ¿Quizás sea una buena idea adoptar gatos callejeros en el rol de las enfermeras?
¿Quién tiene un enfermero parecido en su casa? ¡Vale la pena compartir este artículo! :)